jueves, 1 de diciembre de 2011

TARTUFO

“MOLIÈRE” (1622-1673) Es el autor más importante del teatro clásico francés. Sus obras se basa, sobre todo, en la observación de la realidad. Fue protegido del rey Luis XIV y de su hermano. Adoptó el pseudónimo de “Molière” porque el trabajo de actor era considerado deshonroso y no quería manchar el nombre familiar. El objetivo del teatro de Molière es criticar cualquier comportamiento que se aleje de los cánones sociales y estéticos establecidos. 
Su mayor logro fue la creación de personajes únicos, irrepetibles y desmesurados. Esto responde a una doble
necesidad: agradar al público y conseguir su lucimiento como actor. 


La escritura dramática de Molière presenta las siguientes características:
- Aceptación de las reglas clásicas, sobre todo la regla de las tres unidades.
- Reflejo de la sociedad de su tiempo, cuyos vicios y caracteres refleja y critica en su obra.
- Uso de la literatura como instrumento moralizador. 
- Personajes caracterizados por la verosimilitud, su profundidad psicológica y su caracterización.
- Uso de múltiples recursos de comicidad.
- Lenguaje rico y expresivo que adapta a las características de sus personajes.


Entre sus obras principales destacan las comedias tanto en prosa como en verso, las compuestas  por un solo acto o por tres, las comedias-ballet, género muy de moda en la época en Francia.   Muchos son los títulos memorables  de este autor, en la destaca  Le Tartuffe ou L’imposteur.





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